Los
símbolos están en el centro, son el corazón de esta vida imaginativa. Revelan
los secretos de lo inconsciente, conducen a los resortes más ocultos de la
acción, abren la mente a lo desconocido y a lo infinito.
Jean
Chevalier. Diccionario de los símbolos.
El toro es, sin duda, uno de los
animales a los que, a lo largo de la historia de la humanidad, más significados
simbólicos se le han atribuido. Sería largo de enumerar aquí qué ha significado
el toro para las diversas culturas y religiones pero hay dos que son comunes a
la mayoría de ellas: un símbolo de fertilidad y de fuerza.
Muchas religiones han practicado
rituales en los que se sacrificaba un toro. Por ejemplo, en los templos de la
diosa Cibeles, en Roma, los iniciados se bañaban en la sangre de un toro recién
degollado para impregnarse de su fuerza y alcanzar una vida espiritual e
inmortal.
Posiblemente las actuales corridas
de toros están basadas en los antiguos rituales religiosos de la cultura
mediterránea donde el toro era protagonista.
Pero nuestra civilización
occidental se ha desacralizado y con ello se ha perdido el valor de los
símbolos. Los sacerdotes y los rituales han dado paso a los publicistas,
comerciantes y espectáculos públicos. Se ha transformado un símbolo común a
toda el área mediterránea, como es el toro, en la imagen diferenciadora de uno
de los muchos países mediterráneos. Pero la imagen del toro no es patrimonio de
ningún país ni empresa. El símbolo del toro pertenece al inconsciente colectivo
de la humanidad.
Pintura del toro sagrado. Pompeya.
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