El
hombre emplea la palabra hablada o escrita para expresar el significado de lo
que desea trasmitir. Su lenguaje está lleno de símbolos pero también emplea con
frecuencia signos o imágenes que no son estrictamente descriptivos...
Lo que
llamamos “símbolo” es un término, un nombre o aun una pintura que puede ser
conocido en la vida diaria aunque posea connotaciones específicas además de su
significado corriente y obvio. Representa algo vago, desconocido u oculto para
nosotros...
Así es
que una palabra o una imagen es simbólica cuando representa algo más que su
significado inmediato y obvio. Tiene un aspecto “inconsciente” más amplio que
nunca está definido con precisión o completamente explicado. Ni se puede
esperar definirlo o explicarlo. Cuando la mente explora el símbolo, se ve
llevada a ideas que yacen más allá del alcance de la razón. Jung, C.G. El hombre y sus símbolos.
Barcelona. Luis Caralt Editor. 1976.
Los símbolos están presentes
en nuestro lenguaje. Cuando escribimos o pronunciamos el nombre de una persona
o un objeto, sin ser conscientes de ello, utilizamos los símbolos que se han
ido incorporando en el inconsciente colectivo humano generación tras
generación.
Las letras de nuestro
vocabulario son pequeños pictogramas con una gran carga simbólica, por lo que
conocer su origen nos ayuda a conocernos un poco más. Me referiré en concreto a
la letra “A”, por su relación con el toro.
LA LETRA "A"
La “A” ocupa un lugar
destacado en nuestro vocabulario, no solo por ser la primera letra de nuestro
alfabeto, sino por haberse originado a partir del dibujo de la cabeza de un
toro (o un buey) con el valor simbólico que esta imagen tuvo en las antiguas
culturas del Mediterráneo.
Para conocer su origen hemos
de remontarnos al jeroglifo egipcio que representaba al dios Apis.
Posteriormente, las lenguas semíticas utilizaron esta imagen del toro como
grafema y fonema y, finalmente, los fenicios la transformaron en la letra A .
Evolución
de la letra A desde los jeroglíficos egipcios hasta el abecedario moderno
LOS JEROGLIFICOS EGIPCIOS
Muchas de las letras de los
alfabetos occidentales tienen su origen en los jeroglíficos egipcios.
La letra A se originó a
partir del signo jeroglífico que representaba la cabeza del dios egipcio Apis.
En la mitología egipcia Apis era al mismo tiempo un dios solar, funerario y de
la fertilidad. Apis se representaba indistintamente con la forma de un toro (o
buey) o bien con la de un hombre con cabeza de toro, ambos con un disco solar
entre sus cuernos.
El
dios egipcio Apis representado en forma de toro (o buey) solar.
El dios egipcio Apis
representado como un humano con cabeza de toro
En Egipto, los primeros
jeroglifos eran signos pictográficos que representaban los objetos y seres
dibujados. Con el tiempo se fueron transformando en fonemas, es decir, a cada
dibujo le correspondía el sonido con el que pronunciaban el objeto que
representaba dicha imagen.
La Real Academia de la
Lengua Española define fonema como “cada una de las unidades fonológicas
mínimas que en el sistema de una lengua pueden oponerse a otras en contraste
significativo; p. ej., las consonantes iniciales de pozo y gozo, mata y bata;
las interiores de cala y cara; las finales de par y paz; las vocales de tan y
ten, sal y sol, etc”. Mientras que grafema se define como “la unidad
mínima e indivisible de la escritura de una lengua”.
Aunque no conocemos con
certeza la fonética con la que en egipcio se pronunciaba Apis, posiblemente era
un sonido muy parecido al de la vocal "A".
El hecho de que a cada una
de las imágenes de un jeroglifo le correspondiera un fonema en ocasiones ha
creado cierta confusión, ya que en diferentes épocas un mismo objeto ha sido
denominado de diferente forma, correspondiéndole por ello una representación
jeroglífica distinta.
EL ALFABETO PROTOSINAÍTICO
Durante el imperio egipcio el Sinaí estaba habitado por pueblos semíticos, vasallos de los egipcios.
En el complejo de minas de turquesas de Serabit el-Jadim del Sinaí, en uno de los templos dedicados a la diosa Baalat, se descubrió una esfinge con jeroglifos egipcios y signos protosinaíticos
La escritura protosinaítica
no utilizaba los signos pictográficos como fonemas sino como grafemas, por lo
que actualmente se considera el alfabeto consonántico más antiguo conocido.
Esfinge de la diosa Baalat
hallada en Serabit el-Jadim (Sinaí)
Los jeroglíficos egipcios en
rojo y los signos protosinaíticos en azul.
El segundo empezando por la
izquierda tiene la forma de la cabeza de un toro
Grafema de la escritura
protosinaítica que representa la cabeza de un toro
Diversas estelas encontradas
en el Sinaí con grafemas con la forma de la cabeza de un toro
EL ALFABETO FENICIO
ʾalp, ʾālep o aleph. La
primera letra del alfabeto fenicio. Representa la cabeza de un toro ( o buey)
Como el protosinaítico, el
fenicio también era una lengua semítica. Los fenicios expandieron su alfabeto
por todo el Mediterráneo.
El alfabeto fenicio fue el
primero en emplear las letras tal como las conocemos actualmente es decir, a
cada letra dibujada (grafemas) le corresponde un sonido (fonema).
La primera letra del
alfabeto fenicio era el dibujo que representaba esquemáticamente la cabeza de
un toro.
GRECIA Y ROMA
El alfabeto griego y romano
derivan, en su mayor parte, del fenicio. Como en fenicio, la primera letra de
ambos alfabetos también representa el símbolo del toro pero, en esta ocasión,
con la cabeza invertida, con los cuernos hacia abajo.
Letra A en el abecedario
representado en un plato de cerámica griego
Evolución de las más
importantes letras del alfabeto. Desde los jeroglifos egipcios hasta el romano. Obsérvese la evolución de la
primera letra que representa la cabeza del toro
buenisimo
ResponderEliminarMuchas gracias.
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